En los primeros años de la web, el contenido interesante era escaso y teníamos que esperar cerca de 10 minutos para descargar una imagen. Entender todo lo que ha sucedido entre ese primer zumbido de conexión a internet y hoy es vital si quieres comprender la importancia del contenido en esta era.
En aquel entonces, la asombrosa capacidad de acceder a una sola pieza de contenido digital era emocionante. Estábamos hambrientos de contenido y miramos maravillados cualquier cosa que pudiéramos obtener a través del inmenso CPU.
El modelo de redes sociales para una marca personal o comercial fue fácil: crea contenido excelente, dedica un poco de esfuerzo a la optimización y promoción de motores de búsqueda, y desarrolla tu negocio cuando la gente encuentre tus productos y servicios a través de Google.
Hoy en día las cosas han cambiado tanto que estamos sobrecargados de contenido. Hay demasiado contenido y muy poco tiempo para que las personas lo consuman. El contenido viene a ser el rey que predomina en las redes sociales pero que al mismo tiempo nos está ahogando de información, muchas veces innecesaria.
Los expertos creen que alrededor del 75 por ciento del aumento de la información provendrá de marcas e individuos. Todos esos selfies y fotos de gatos tienen que ir a algún lado, ¿verdad? El punto es que nos estamos acercando a un límite fisiológico para el consumo de contenido.
Algunos gamers ya consumen contenido 18 horas al día o más de una vez. Es preocupante. Si viste al película Ready Player One, entenderás que estamos cerca de encontrarnos con personas que solo piensan en dormir, consumir, dormir y volver a consumir.
Detengámonos un segundo en el pasado. Piensa en tu show de tv favorito (Antes de Netflix), teníamos que buscar el tiempo correcto del día para ver el show, porque pasaba cada semana el mismo día a la misma hora (y por el mismo canal). ¿Entonces que tocaba? ponerlo en nuestro calendario para no perderselo.
No había tiempo para el gym el martes a las 5 pm porque van a pasar un episodio de Dragon Ball que no podía perderme porque al día siguiente iba hablar de ello en clases con mis amigos. Ahora no, todo ocurre en tiempo real. Puedes ir al gym y dejar grabando o verlo en el gym mientras haces ejercicio y además dejar un comentario a tus amigos sobre el show.
A un usuario promedio de Facebook pueden aparecerle cerca 2.000 historias en el día. ¿Cómo esperamos que vea nuestro contenido si tiene que ver la foto de la chica que le gusta, el video que lo hace reír o enterarse de un resumen deportivo y los memes de sus amigos?
Equivocadamente creemos que la solución está en la promoción de contenidos. Pautar cada vez se vuelve más caro y debido a la competencia y modelo de negocio esto seguirá subiendo. Además la investigaciones muestran que los usuarios ahora son ciegos al contenido patrocinado. Dada la naturaleza repetitiva y típica del estilo de cartelera / interruptiva / insipiente del contenido, no es sorprendente.
El imperativo para cualquier organización hoy en día es desbloquear su contenido, liberarlo, encenderlo y, de alguna manera, convertirlo en un valor comercial medible dentro de este mundo estridente de información abrumadora.
Para hacer esto, antes de sacar cualquier pieza de contenido pregúntate: ¿Está entreteniendo? ¿Está inspirando o educando verdaderamente a mi audiencia?
No importa si es un post de blog o una frase de twitter. Cada pieza de contenido debería contar con al menos una de esas 3 premisas. Escucha a tu mercado, y encontrarás siempre la mejor respuesta para poder brindar un contenido que entretenga, eduque o inspire.
Independientemente de la calidad, el éxito del marketing de contenidos debe incluir a la comunidad, entenderla y realmente enamorarla.
No importa cuánto tiempo te tome desarrollar una pieza de contenido, lo importante es que lo hagas bajo esa premisa porque la atención es por lo que las marcas se pelean en esta era y cada vez tenemos menos margen para obtener esta atención de los usuarios.
Fuente : TheContentCODE
